- La Metodología comunitaria.
Desde Luar compartimos el concepto que se refiere a la Comunidad
como un todo formado por un espacio delimitado en el que las personas se
desenvuelven y se establecen relaciones entra ellas.
Dichas personas comparten
sentimientos o conciencia de similitud y pertenencia, que hace que se sientan
parte del grupo.
Nuestra forma de trabajo la situamos dentro de la metodología
comunitaria puesto que la entendemos como una filosofía de trabajo y no como un
protocolo rígido de actuación.
La Intervención comunitaria actúa sobre la realidad para
conseguir determinado desarrollo individual y/o social teniendo en cuenta los
condicionantes del momento en el que vive y, dentro de las herramientas de las
que se sirve para ello, se puede destacar la promoción de la mutua interacción
entre lo individual y lo social. Se rehúye tanto de un enfoque reduccionista
centrado exclusivamente en una intervención individual y de carácter reparador, como de una visión centrada exclusivamente en un cambio estructural que
desatienda los procesos de desarrollo individuales.
Si entendemos la sociedad
como la interacción entre el individuo, el entorno y las relaciones que
surgen, que van más allá de la suma de las partes, pasaremos a pensar en el
concepto de “desadaptación”, erradicando la concepción arcaica de “sujetos
inadaptados” en la que se aludía clara y exclusivamente a una responsabilidad
individual y entenderemos estas situaciones como “un sistema de relaciones
individuo-medio con dificultades reciprocas de adaptación” (Casas, 1989).